Cuando una película live action se hace bien, de verdad

Sí, leyeron bien. Anoche fui al cine a ver la nueva versión live action de “Cómo entrenar a tu dragón” y todavía no salgo del asombro. Para ser sincero, fui con una mezcla de entusiasmo y miedo: después de tantos intentos fallidos de adaptaciones live action —hola, Disney— no quería ver cómo arruinaban una historia que me había conmovido tanto en su versión animada. Pero no, DreamWorks lo hizo. Y lo hizo muy bien.
Los dragones vuelan (y cómo!)
Lo primero que quiero destacar —porque lo merece— es el nivel de CGI de esta película. Los dragones son sencillamente impresionantes. Chimuelo, en particular, tiene una expresividad, una textura, un movimiento tan fluido y natural que por momentos me olvidé de que estaba viendo efectos especiales.
No es solo que se ven realistas, es que están vivos, con personalidad, alma y gestos sutiles que te hacen conectar emocionalmente como lo hacías con la versión animada. Si tenías miedo de que el realismo le robara magia… quedate tranquilo. El realismo acá potencia la magia.
La historia que amamos, intacta y poderosa
Otro punto fuerte es que la película respeta completamente el guión original. Desde la evolución de Hipo hasta su vínculo con Chimuelo, todo está perfectamente contado. No hay cambios innecesarios ni forzados. No hay rellenos. No hay actualizaciones forzadas para ser “cool”. Hay una historia poderosa, bien contada y con actuaciones que se sienten sinceras.
En comparación con muchos de los remakes de Disney —que a veces parecen hechos más por contrato que por amor a la obra original—, esta versión live action de DreamWorks transpira respeto y cariño por el material original.
La dirección, el ritmo, la emoción
La película tiene un ritmo excelente. No se siente apurada ni estirada. Los momentos de acción son espectaculares, pero también hay espacio para la ternura, el humor y el crecimiento de los personajes. Visualmente es un espectáculo, pero emocionalmente también te llega al corazón.
¿Recomendada? Claro que si!
Si te gustó la película animada, tenés que ver esta. Y si nunca viste la original, este live action es una excelente puerta de entrada al universo de Berk. Es una adaptación hecha con amor, con tecnología al servicio de la historia y con un resultado final que le pasa el trapo a la mayoría de los remakes que vimos en los últimos años.
Pero... ¿Qué hay detrás del CGI increíble de los dragones?
Uno de los aspectos más impresionantes del live action de "Cómo entrenar a tu dragón" es su apartado visual, y eso no es casualidad. DreamWorks recurrió a una combinación de tecnologías de primer nivel para lograrlo.
Tecnología libre detrás de la magia: Linux, open source y CGI de clase mundial
Lo más fascinante para quienes amamos GNU/Linux y el software libre es que gran parte de la magia detrás del CGI de esta película se logró sobre infraestructura abierta. Aunque DreamWorks no lo publicite tanto, la industria de animación y efectos visuales corre sobre Linux desde hace más de una década. Y esta película no es la excepción.
El stack típico de un estudio como DreamWorks incluye:
GNU/Linux como sistema operativo base: Las estaciones de trabajo y servidores de render suelen usar distribuciones como CentOS, Ubuntu LTS o incluso builds customizadas internas.
MoonRay: el motor de render de DreamWorks, fue liberado como open source en 2022. Esto permitió que muchos estudios independientes y artistas puedan acceder a una tecnología de renderizado de nivel Hollywood sin licencias cerradas.
Blender: aunque DreamWorks usa herramientas como Maya y Houdini, el crecimiento de Blender como suite de creación 3D libre está haciendo que cada vez más estudios lo integren en flujos de previsualización, layout o modelado. Incluso se puede usar junto a MoonRay si sabés cómo encadenarlos.
Python y Bash scripting: Automatización, manejo de escenas, control de render en granjas… todo esto se orquesta con scripts en Bash y Python, sobre entornos Linux, claro.
Renderizado distribuido con herramientas abiertas: Kubernetes, Docker, y soluciones como OpenCue (de Google y Sony) son usadas para escalar el render en la nube o en granjas híbridas.
DreamWorks demostró que se puede hacer un live action digno, emocionante y visualmente espectacular (y si es con software libre mucho más).
Andá a verla. En pantalla grande. No te vas a arrepentir.
Trailer: